Bi0[x]iD's WaY oF LiFe

Un blog a 60 pulsaciones por minuto


Converter

    • error

Hace ya más de un año.

Llevo mucho sin escribir. No sé por qué. Porque historias que contar tengo. Pero me falta la situación, el momento. La motivación. ¿Por qué?

Hoy he estado un rato en casa. Se me hace raro. Estoy acampado en casa ajena, chupando internet, comida y mucho más. Y experimentando, una vez más, la convivencia. Eso que hace que conozcas realmente a las personas que tienes alrededor.

Por fin he cambiado de casa. Mumo ocupa ahora mi antigua residencia. Espero que a ella le vaya mejor con el casero. A nosotros, las dos últimas semanas, se nos han hecho insoportables. El señor no quería que nos fuésemos, pero tener animales con un contrato firmado que dice que están prohibidos, es lo que tiene. Otto, o nosotros. Y nos hemos ido en bloque.
Tres años llevan mis compañeros allí. Llevaban. Yo sólo uno, desde que cerramos la empresa. Un año lleno de ilusiones, de cosas compartidas, de muchas más por compartir… Ahora mis compañeros están en la nueva casa, terminando de pintar el tabique de pladur que hemos hecho en mitad del salón para conseguir una habitación más. Dos semanas de obras, pintura, arreglos… y la casa está ya casi terminada. El derribo que alquilamos se va pareciendo cada vez más a un hogar. Nuestros vecinos nos quieren con locura, les hemos traído vida al edificio (sólo estamos ellos y nosotros). Y la casa da buenas vibraciones, uno se siente a gusto en ella.

    • blast furnace

Agosto y Septiembre son meses plagados de cumpleaños. Se ve que la gente no pierde el tiempo en fin de año, y que encargan niños a mansalva en esas épocas. Ha sido el cumpleaños de Darkito (siento no haberte llamado, pequeño, pero no tengo tu móvil nuevo, y tengo conexión intermitente para encontrarte…), el de Penyaskito, el de Gufo… Pronto también el de Olga. Ilusiona ver cómo la gente va creciendo a tu alrededor, y cómo tú creces con ellos.

    • be broken

El miedo ya se ha disipado. Hoy ha sido un día raro. ??bamos a cenar hace cerca de una hora, y aquí estoy sentado al ordenador dejando que trabajen a gusto. Cosas por hacer. Ganas cero de hacerlas. Supongo que son los exámenes. Qué tontería. Está claro que es eso. Extremadamente susceptible, hasta el punto de que la tontería más grande hace que te pilles un rebote con los amigos. Silencioso, por supuesto. Pero son cosas pasajeras.
Hace un rato, mientras intentaba ponerme a estudiar para el siguiente examen y decidía que el de mañana ya estaba perdido, me acordé de cuando llegué al antiguo piso. Estaba escuchando esta misma canción cuando se me pasó por la cabeza aquel momento.

Recuerdo que estaba en casa. Carlos acababa de irse. Y me quedé con la sensación extraña de no saber si volvería a entrar. Shock.
Estás sentado en una cama. De repente se te hace grande. Inmensa. Demasiado espacio sólo para ti. Y más si estás con la espalda contra la pared, apoyado y encogido, con las rodillas entre los brazos.
La mente vuela. Esta vez se ha ido un poco más lejos. Está al otro lado de la cama. Te observa. Te ve quizá frágil. Seguro asustado.

    • flower

– ¿En qué estarás pensando? Tu mente soy yo, y estoy aquí afuera. Te veo indefenso. Físicamente roto. Anímicamente desinflado. ¿Cuál es tu miedo?
– Eres mi mente. Estás conmigo. Trato contigo de forma racional. Me hablo. Me escucho. Mantengo conversaciones conmigo mismo.
– Sí. Sueles hacerlo incluso demasiado.
– ¿Es así también como me ven los demás?
– ¿Qué quieres decir?
– Quiero decir… ¿tienen la misma percepción de mí que yo? ¿O ésto sólo está pasando por dentro, y por fuera he quedado con alguna secuela? ¿Soy capaz de comunicarme, o tengo fallos en el habla? ¿Tengo algún defecto y no me he dado cuenta?
– Vives con la gente de tu alrededor. ¿Qué te hace pensar eso?
– Que me conocen. Y pueden estar adaptándose a la nueva situación sin hacerme sentir ningún cambio, engañando a mi mente.

    • death time

Las alarmas suenan. Una mente, una consciencia, encerrada en un cuerpo. ¿Qué pasa si se libera, si se expande? ¿Si sus límites se modifican, cambian?

Corrí a la facultad. Coquevas estaba allí. Me ayudó a afrontar la primera embestida (y todas las demás). El resto, poco a poco, vino solo.

    • resolution

Hoy me siento una persona normal. Con la presión de los exámenes y el trabajo. Con una vida. Amigos. Compañeros. Ilusiones.
Con las casualidades sucediéndose, y el índice de bioxidad algo alto. Pero ya estamos acostumbrados, ¿no?

Bienvenidos a la nueva etapa de Bi0[x]iD’s WaY oF LiFe.

    • BGM: ConverterBlast Furnace :: Ant-Zen Records



Deja un comentario