Siempre que se encuentran cosas chulas hay que compartirlas 🙂
Este icono de RSS lo estamos utilizando para uno de nuestros nuevos desarrollos. ¿A que mola?
(Siento no tener los créditos del mismo para compartirlos)
Siempre que se encuentran cosas chulas hay que compartirlas 🙂
Este icono de RSS lo estamos utilizando para uno de nuestros nuevos desarrollos. ¿A que mola?
(Siento no tener los créditos del mismo para compartirlos)
No es la primera vez (ni la segunda, ni la tercera) que agrego a mi lector de feeds un nuevo blog que he encontrado y me ha gustado, y lo he eliminado en menos de dos semanas. ¿La razón? El hotlinking.
Normalmente en nuestros sitios web tenemos información que ofrecemos a todo aquel que viene a leernos, a buscar información, o a compartir algo con nosotros. Nos gusta compartir. Nos gusta que nuestros artículos tengan visitas. Y por eso añadimos a nuestro texto, normalmente, una serie de elementos gráficos.
El problema es, como cuenta Emezeta en este artículo, que a veces ponemos algo interesante y la gente nos enlaza. ¡Bien! ¿Bien? ¡No! No nos equivoquemos. Tenemos que recordar que nuestro ego nos puede. Y entonces, cambiamos un poco la programación y prevenimos el hotlinking con cosas tan desagradables como ésta o ésta [NSFW], y obligamos a que todo el mundo tenga que pasar por nuestra web si quiere leer o ver lo que escribimos.
Hay dos formas básicas de prevenir el hotlinking:
1.- Si no se ve desde mi web, no se ve. Algo que últimamente está haciendo mucha gente (normalmente porque tienen hostings que les limitan a lo bestia el ancho de banda –señoras y señores, miren más allá, que hay sitios mucho mejores y más baratos–). Tiene sus consecuencias:
Cabe destacar que esto es debido a una mala programación, ya que el RSS se crea en el servidor de uno y no debería esconder ninguna información pensando que es hotlinking.
2.- Si se enlaza desde una web externa, no se ve.
¿Quién utiliza la prevención de hotlinking?
Diversifica, reparte tu influencia, utiliza las herramientas que internet te ofrece. Cada día que pasa los agregadores de nuestros lectores se llenan más y más. Si en vez de darles facilidades para encontrar el contenido que les queremos ofrecer les ponemos trabas, terminarán cerrando nuestra pestaña y olvidándose de nosotros.
Hace semanas que no consigo que Google Reader baje de los 1000+. Eso, por una parte, es culpa mía por suscribirme a tantas cosas. Aunque algunas sólo las leo los fines de semana, y normalmente no paso de los titulares (a no ser que haya algo interesante).
Es por eso que he decidido dar un paso que considero necesario para la optimización del tiempo, y también para que algunos se den cuenta de sus acciones.
Voy a borrar de mi lector:
Ojo. Eso no quiere decir que en algunos casos se corten artículos (lo que se denomina el salto). Es lógico hacerlo cuando cargan alguna animación o vídeo que puede sobrecargar la página, cuando desvelan soluciones a problemáticas planteadas, o cuando amplían información que puede ser sólo relevante en algunos casos (enlaces sobre lo escrito, textos de agencias, letras de canciones, etc).
Pero lo defiendo como un recurso a la hora de escribir en un blog, no con el uso que comento anteriormente.
Así que, si tu blog tiene feeds incompletos o Haloscan, y te suelo leer, te llegará un correo mío con el contenido de este artículo, diciéndote lo que pienso. Porque creo que no sólo lo pienso yo. Y que está en manos de todos facilitar la lectura y la conversación, que al fin y al cabo es de lo que trata el «2.0».
P.S.: Y en todos los sistemas cambiarlo está como muy lejos a tres clicks.