Pues sí. Ha llegado el año nuevo, y me ha pasado lo mismo que todos los primeros de año: me he quedado en casa.
Esta vez he aprovechado para poner cosas en orden e intentar asentar las últimas dos semanas de mi vida. He viajado, he sido útil, me he sentido útil, he empezado a mover de nuevo todos los proyectos…
La agenda vuelve a estar repleta de cosas por hacer. Ahora, ordenadas. Y como propósito de año nuevo, llevarlas a cabo.
Quizá celebrar el año nuevo ahora a algunos les resulte un poco extraño. Pero hasta los americanos se lo han permitido a los reclusos pagananos. ¿Por qué no van a poder seguir ellos sus tradiciones?
Y, mirándolo desde otro prisma, ¿por qué celebramos el Año Nuevo en 31 de Diciembre? ¿Religión? ¿Convención en un país láico como el nuestro (en el que ahora la Iglesia está mejor financiada que hace dos años y tienen una nueva asignatura alternativa a la religión)?
Pensemos que es convención. Un momento en el que todos estamos de vacaciones, y tenemos a veces los suficientes días libres como para intentar reunirnos.
Pero cada mundo tiene su particularidad. En el micro-cosmos en el que me muevo ahora mismo, la mayoría de la gente es pagana. Así que estoy compartiéndolo con ellos, y por eso os digo eso de Feliz Samhain.
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