ATENCIÓN, SPOILERS. Avisados quedáis si os molestan estas cosas.
Hace un tiempo tuve una conversación con un amigo que comentaba que me preocupaba mucho por las películas. Creo que ya he comentado alguna vez por aquí que decía que un creador/director/productor/guionista tiene rienda suelta para hacer lo que le de la gana, como ponerle escaleras a la Giralda o quemar los pasos de Semana Santa en la Feria de Abril.
Salvando eso, me entero en Perez Hilton que esas licencias ya se conocen para la película de Luna Nueva.
1.- Bella actúa de forma un pelín más gore que en el libro.
2.- Sus alucinaciones no son sólo sonoras. Tienen algo más de sensorial. Si no, a ver para qué está el Pattinson en la película.
3.- Va a haber un puñado de cosas que se van a inventar para hacer el libro más potable, porque la verdad es que entre el pastel, el azúcar y el resto, se atraganta un montón. Y tienen ganas de que la gente la vea y la recomiende.
4.- Las condiciones de la vampirización cambian, lo que hará que cambien también los hilos argumentales de las dos películas que quedan.
Es decir, que dándole la razón a mi querido Joaquín, los libros son la inspiración para hacer lo que les salga. Ya no podemos decir eso de ‘Pf, si ya me he leído el libro’. Porque ahora las películas y adaptaciones no tienen nada que ver con la realidad.
Bueno, sí, los nombres de los personajes. Por eso de asociar.
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