– No bebo cerveza. No me ha gustado nunca.
– Tienes que darle tiempo. A nadie le gusta la cerveza al principio. Es un gusto adquirido.
– ¿Entonces te fuerzas a beberla hasta que empieza a gustarte?
– ¡Exacto!
– Eso no es un gusto adquirido. Es Síndrome de Estocolmo.
(traducción libre)
Y se puede aplicar a tantas cosas…
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