Cabezas rapadas, y después todos muertos. El mundo va a peor.
La situación se agrava. Los juicios se suceden y llenan las noticias. Pero son sólo nuestro alimento mientras que, en otro lugar, otros mueren a tiros. Todo el mundo se ha vuelto loco.
Aunque me pegues o me odies, no podrás romperme. Aunque intentes destruir mi volundad, no podrás matarme.
Llámame judío. Denúnciame. Todo el mundo lo hace.
Patéame, trátame como un judío, o a un negro. ¿O también tratas así a los blancos?Dime, ¿en qué se ha convertido mi vida? Tengo mujer y dos hijos que me quieren. Pero ahora soy víctima de la brutalidad policial.
Estoy harto de ser una víctima del odio. Estás violando mi honor. Y yo sólo miro al cielo pidiéndole a Dios que cumpla su profecía: hazme libre.Inquietud y especulación. Los juicios se suceden y llenan las noticias. Pero son sólo nuestro alimento mientras que, en otro lugar, a otros los meten en la cárcel por su color de piel.
Dime, ¿qué ha sido de mis derechos? ¿Que me ignores me convierte en invisible? Tu discurso me prometió libertad, y ahora estoy cansado de ser una víctima de la vergüenza. Me señalan y me humillan, y no puedo creer que esta sea la tierra en la que nací.
Realmente odio decirlo, pero el gobierno no quiere verlo. Si Roosevelt estuviera vivo, no permitiría que pasara esto.Inquietud y especulación. Los juicios se suceden y llenan las noticias. Pégame, humíllame, nunca podrás destruirme. Pégame, patéame, nunca me tendrás.
Ocurren cosas en esta vida que no quieres ver. Y la cuestión es que, si Martin Luther King estuviera vivo, no estaría permitiendo que pasaran.
En realidad, no se preocupan por nosotros.
© Michael Jackson – They don’t care about us – 1995.
Y tan vigente como siempre.
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