Hace dias que te observo
he contado con los dedos
cuantas veces te has reido
una mano me ha valido….
Re-bienvenido al mundo real. Sí, éste. En el que estamos de pie. En el que vivimos.
En definitiva, el mundo que sufrimos y que intentamos hacer (algunos) más habitables cada día.
Llevo unas dos semanas fuera de onda. Del mundo, de lo real. Pero no de la vida.
Llevo dos semanas buscando. Sin encontrar, pero encontrando mucho más.
Llevo dos semanas sin leer blogs. Sin mirar mails que no sean de trabajo. Sin el estrés del ordenador.
Llevo dos semanas intentando volver a encontrarme, y volver a ser yo.
Dos semanas en las que las conversaciones han sido importantes. Y que encuentran su momento para escribir, al otro lado de la pantalla, mientras suena de nuevo, después de semanas sin dejarse oír, el Reunited de Bryan Tyler (Children of Dune). Porque los momentos son casualidades, y las casualidades los mejores momentos.
Dos semanas en las que he vuelto a encontrar a Hinata y a Kuzushi. En las que nos hemos visto más que en los últimos dos años. En las que he encontrado algo más que una simple afinidad con Nia, algo que empieza a formar una amistad. En las que me he reencontrado con Javi.
En las que he vuelto a sentirme bien, sin parar un minuto en casa. En las que mi vida social ha vuelto a hacer acto de presencia en su máximo esplendor, haciéndome sentir como buscaba sentirme, pero superando todas las expectativas.
Es cuando me acuerdo de Nando. Y de las primeras veces que salimos a la calle juntos. Porque, cada día, cuando volvíamos a casa, su frase era siempre la misma. ‘Me ha encantado la noche. Gracias por compartirla conmigo’. Y, en aquella época, no había noche en la que lo pasáramos mal, o no fuera una alegría continua.
Hace años que no veo a Nando. Pero el día 28, puntual a nuestro día, cruzamos mensajes y llamadas. Porque él también es del club del 28 de marzo.
En estas dos semanas he vuelto a las indecisiones. Anteayer volvía a tener ITV. Y ésta vez una ITV de verdad. Porque ya ni siquiera electro. Ir sólo para mirar el nivel de batería y funcionamiento del aparato.
En estas dos semanas, también, he conseguido abrir más mi mente, y he conseguido seguir desenterrando, poco a poco, pequeños momentos del pasado. Consiguiendo encontrar, un poco más, mi personalidad perdida. Y la parte de mi vida que algún día se perdió quizá para no tener que volver a regresar.
Indeciso, loco. Sin saber qué hacer exactamente con mi vida. Ahora mismo, tirando. Pero con unos proyectos que no voy a abandonar. Por mí, y por mi socia, que ha volcado toda su confianza en mi capacidad.
Allá vamos. Hacia adelante. Y estas dos semanas no han sido para centrar cuál es la meta real. No. Han sido para saber cuál es la dirección en la que quiero andar.
Y quizá pueda parecer tontería. O locura. Que mirando atrás en el tiempo, en el blog, se encuentren reflexiones de este tipo cada dos por tres.
Pero éste ha sido el pequeño legado que me quedó. Sigo buscando el camino. Y cada día estoy más cerca.
Bi0xiD’s WaY oF LiFe
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