– h… p… e… a…
– (Me quito los cascos) ¿Si?
– Perdona, ¿eres de aquí?
(Miro. Un tipo venezolano de unos 35 años, bien parecido).
– Eh… sí, soy de aquí.
– ¿Te puedo hacer una pregunta?
– Claro.
– Mira, es que estoy buscando un… puticlub. ¿Sabes de alguno por aquí?
– ¿Un qué?
– Un puticlub.
– Eh… por aquí cerca está el Holidays que…
– Sí, sí, pero eso es de viejas.
– Pfff… pues no sé, la verdad. Yo es que no soy usuario de eso…
– Bien, vale. Muchas gracias de todas formas.
– Hasta luego.
– Adioz.
Cuando se fue se me ocurrió que podía haberle preguntado que si buscaba chicos o chicas, pero lo dejé pasar.
Después, al llegar a casa:
– Nacho, no sabes lo que me acaba de pasar.
Marta: No sé cómo lo haces, pero cada vez que entras por la puerta vienes con una historieta.
(Si tu supieras…)
Deja un comentario