He pasado dos semanas bastante raras. Me he sentido como en el mundo ‘yoista’ (si es que existe).
Sensaciones raras, formas de escribir confusas, perdiendo el norte de uno mismo, confuso por los demás.
Cuando creí haber pasado la etapa, encontré un texto que reproduzco completo de mi amigo Viodin:
Caminaba con mi padre, cuando él se detuvo en una curva y después de un pequeño silencio me preguntó:
-Además del cantar de los pájaros, ¿escuchas alguna cosa más?
Agudicé mis oídos y algunos segundos después le respondí:
-Estoy escuchando el ruido de una carreta…
Dijo mi padre:
-Sí, es una carreta vacía.
Pregunté a mi padre:
-¿Cómo sabes que es una carreta vacía si aún no la vemos?
Entonces mi padre respondió:
-Es muy fácil saber cuándo una carreta está vacía, por causa del ruido. Cuanto más vacía va la carreta, mayor es el ruido que hace.
Me convertí en adulto y hasta hoy, cuando veo a una persona hablando demasiado, interrumpiendo la conversación de todos, siendo inoportuna, presumiendo de lo que tiene, sintiéndose prepotente y haciendo de menos a la gente, tengo la impresión de oír la voz de mi padre diciendo: “Cuanto más vacía va la carreta, mayor es el ruido que hace.???
La humildad consiste en callar nuestras virtudes y permitirle a los demás descubrirlas.
Y recordad que existen personas tan pobres que lo único que tienen es dinero.
“Nadie está más vacío que aquel que esta lleno del Yo mismo.???
“Seamos lluvia serena y mansa que llega profundamente a las raíces, en silencio: nutriendo???.
Me uno al comentario que hizo edinne en tu blog:
‘Puede que por eso no te escuché llegar’.
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