Y sí, después de un añito sin bichos en la casa, a mi madre parece que le ha vuelto a picar el gusanillo, y ya tenemos nueva inquilina en casa. Todavía no llega al mes de vida, pero es traviesa como ella sola. Y… ¡le encanta el agua! Después de tanto bicho hidrófobo en casa (incluido Otto, que es un cagueta), a Nora le encanta tener un cacharro de agua grande grande como el de Sprocket para poder bañarse en él cuando le viene en gana.
Hasta aquí la presentación oficial de la nueva miembro de la familia. A partir de ahora, ¡a contar travesuras y gamberradas!
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