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Un blog a 60 pulsaciones por minuto


El eZcritor sigue eZcribiendo

Todo ambiente cultureta e in es territorio de homosexuales (los seres más evolucionados, espiritual y artísticamente, del planeta). Una de mis grandes desgracias es no haber nacido homosexual pues me pasaría los días y las noches follando.

Siempre causo sensación entre las personas que no me atraen. De pequeño, en el instituto, causaba sensación entre las gordas. Gorda repugnante de instituto que existía, gorda repugnante que se enamoraba de mí. Nunca, en mi vida, he causado sensación entre rubias de ojos azules y grandes pechos. Supongo que ellas me miran a mí como yo miro a las gordas o a los homosexuales. Como si no existiera. Como si no jugara en la liga oficial de “hombres con los que reproducirse aunque sea un rato”.

-¿Qué quieres tomar? –me preguntó el camarero gay. -Un helado de chocolate. -¿Un boca zas? -No. Yo no soy homosexual. No me va hacer mamadas y que, zas, se me corran en la boca. He venido aquí únicamente a tomar un helado. -Un boca zas, no es que se te corran en la boca, chaval homofóbico. Es un helado de chocolate. Así era. Me disculpé.

En frente de mi, había un grupo de homosexuales que me comían con los ojos. Para que me dejaran de mirar, empecé a sacarme los mocos y a comérmelos. Fue un poco desagradable alternar el helado de chocolate con el sabor de mis propios mocos pero a todo sufrimiento se acostumbra uno.


 
Rafa me sigue haciendo reír cada día :).



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