No hace ni 24 horas de que se anunció que Google ha comprado Jaiku.
Mis cuentas de Twitter y Jaiku son contemporáneas. Los conocí a la vez. Y, aunque Jaiku me resultó más completo, era Twitter donde estaba todo el mundo, por dos razones: popularidad (Jaiku es finlandés finés finlandés, una de las cosas por las que me despertó simpatía) y facilidad de uso (es mucho más user-friendly).
Pero el caso no es ese. El caso es que desde que se anunció que Google compraba Jaiku todo aquel que tenía cuenta en Jaiku la reactivó y ha empezado a usarla, hasta el punto que ya se están haciendo Jaikurriffics para los usuarios, que han empezado a demandarlo de una forma espectacular.
¿Esa es la presión mediática que se puede ejercer con sólo nombrar al Imperio? ¿Internet es suyo? ¿Ya nadie busca en picsearch o en Altavista?
¿Se puede hundir un proyecto como Twitter porque sí, sólo diciendo un nombre? ¿Hemos vuelto al estado del terror (pero de otra forma)? Sin duda, la visita de Biz Stone a Evento Blog no va a dejar indiferente a nadie y está ganando interés por momentos.
Cuando el único que le puede hacer sombra a Google es Yahoo! (y recordemos que más gracias a adquisiciones que a desarrollos propios), debemos intentar que los pequeños bastiones sigan existiendo. Si antes el pequeño bastión, el gran abandonado, era Jaiku, esta vuelta de tuerca lo deja en posición de incluso poder desaparecer. Por mi parte, me quedo en Twitter. Aunque me duele la segunda moral después de haber escrito ésto. Porque los dos están en la misma situación, pero atemporalmente.
¿Quién ganará?
Bienvenidos a la Web 2.0.
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