Imaginemos un programa de gestión típico de cualquier empresa. ¿Imaginado? Bien.
Ahora, sabemos que los clientes las cosas las quieren para ya o para ahora.
Entonces, ¿por qué no modificamos las prioridades que se pueden asignar en los programas?
De un programa típico, éstas pueden ser las prioridades:
no hay prisa (en desuso / (deprecated, como dice Coquevas))
baja (si te lo ha dicho un cliente, dentro de dos horas te dice que no hay prisa, pero que a ser posible para mañana).
media (significa menos de dos días).
alta (ya).
urgente (ya de ya).
emergencia (ya de ya de ya).
crítica (¡YA!)
extrema (¡Mi cliente está entrando en la página y no funciona! // Es muy común, alguien le dice que se lo va a hacer, ve que se le echa el tiempo encima, y te contrata para que lo hagas (y la culpa de los retrasos es automáticamente tuya)).
la muerte de los vivos (Intenté hacer mi programa y no funcionó. Pedí una segunda oportunidad, y tiene que estar IMPECABLE y PARA MAÑANA. // Si acaban de contratarte después de decirte eso, ésta es tu prioridad).
emergencia nuclear (Ayer todo falló, y necesito que se vea el error el menor tiempo posible. // Nueva entrada al sistema que sea de se nos ha quemado la central y a preparar dos toneladas de cafeína).
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