Cada vez que paso por un MediaMarkt me convenzo otra vez de que nunca más debería pisar uno. Pero sacan ofertas, pasan meses, y decides olvidarte de eso y vuelves a pasar. ¡Error!
Bajo el lema de Yo no soy tonto (la de cosas que se encuentran en una simple búsqueda en Google) los chicos de MediaMarkt nos dejan bastante claro que su política de empresa es quedarse con todo el que puedan. Ya es famoso su servicio técnico. Sí, ese que no te cambia ni te reembolsa el producto, y que a partir de las 48 horas no ofrecen servicio técnico y hay que tirar del servicio técnico oficial.
Hoy decidí pasarme a por unos altavoces, y la cosa ha sido de coña.
Acto 1: Departamento de HI-FI
– Hola, buenas, venía buscando unos altavoces.
– Ahí están (me señala).
– Vengo buscando unos altavoces para un iPod.
– Ah. Sube a informática mejor. Todo esto es para minicadenas y eso.
(¿Lo ha dicho en serio? Da igual, subo y así veo la nueva tienda de apple que tienen.)
Acto 2: Departamento de informática
Echo un vistazo a los altavoces, y parece que hay dos o tres que se pueden ajustar a lo que estoy buscando. Así que pregunto. Vuelvo a escribirlo como si fuera un teatro, porque parecía de coña.
(Estoy mirando un rato los altavoces. Veo dos o tres que me pueden llamar la atención. Me acerco al mostrador. El chico está escribiendo en un foro por internet –no recuerdo ahora el nombre–).
– Hola, buenas. Mira, venía buscando unos altavoces que no necesitaran enchufarse a la corriente. O que fueran a pilas, o que no tuvieran alimentación de ningún tipo.
(Se acerca a los altavoces conmigo).
– Pues no tenemos ninguno.
– Yo me refería aparte de éste (le señalo uno que tiene alimentación por pilas).
– ¡Ah, que va con pilas! Pues mira por ahí, a lo mejor encuentras alguno más.
(Se vuelve al ordenador. Me mosqueo, pero sigo mirando altavoces. Al rato, veo tres que me han gustado y que tienen alimentación por pilas. Vuelvo al mostrador. Ahora está buscando cosas en Google).
– Hola. Mira, he visto tres que me pueden servir. ¿Me puedes enseñar las cajas?
– ¿Para qué?
– (Me quedo pillado con la pregunta) Para ver las características.
– ¿Qué quieres saber?
– La potencia que tienen.
– ¡Ah! No creo que pasen de uno o dos watios.
– (¿No cree?) Ya, pero por confirmarlo, si me voy a llevar alguno.
– Es que son de exposición y no tienen cajas.
– ¿Cómo? ¿Y cómo me llevo algo sin caja?
– Pues las cosas que son de exposición las envolvemos y se las damos al cliente. Vamos, llevan puestas menos de una semana, así que puedes estar tranquilo que están como nuevas.
– Ya. Y como no tengo nada de las características porque habéis tirado las cajas y los manuales, ¿no me puedes contar nada acerca de los aparatos?
– (Señala uno) Sé que ese va bien.
– Ya. Gracias. (Me doy la vuelta y me voy).
- Tiene un ordenador conectado a internet y no sabe usarlo.
- No tiene ni idea de su trabajo.
- Pésima atención al cliente.
Pero lo peor es que la cosa no termina aquí.
Acto 3: Información
– (Ya tocado de narices) Hola, buenas. Mire, le quería hacer una pregunta.
– Dígame.
– Es acerca de las cosas que tienen en exposición. Cuando se compran, ¿las entregan sin caja?
– Sí, claro.
– (¿Claro?). No entiendo. Entonces, si compro algo, ¿cómo lo saben en caja? Quiero decir. ¿Y si hay que devolverlo?
– (Pone sonrisa de ¿pero no sabes que aquí las cosas no se devuelven?). En el ticket se indica que es de exposición, y que va sin caja.
– Ya. ¿Y los manuales?
– Los consultas por internet o llamas a la casa y les dices que te manden uno dándole el número de referencia.
– (Fran y yo a cuadros). Bien. Quería comentarle otra cosa. Y es que venimos de informática, y el que está allí no tiene ni idea de nada. Le he pedido unos altavoces y ha sido incapaz de indicarme nada.
– Ya, es normal.
– ¿Ehn?
– Claro. Él es vendedor. Y puede que sea el más nuevo de la tienda. Trabajamos con más de cien marcas. ¿Sabes lo que es eso? El vendedor más antiguo seguro que se las conoce todas, pero los que lleven aquí dos o tres semanas, o pocos meses, es normal que no se las conozca. Y ya ni que decir tiene que se sepa las características.
– Ajá. Y entonces, ¿para qué hay alguien allí?
– Así es como trabajamos.
– Ya. Así les va. Gracias. Hasta luego.
¡¡AAAAAHHH!! La gente que está trabajando allí ¡pasa de todo! Y sus jefes ¡aún más! ¡¡Vaya mierda de empresa!!
Tienen montado un supermercado que no informa, que no se preocupa por sus clientes, que no da garantías de nada y la gente además ¡¡COMPRA!!
La sangre hirviendo al salir. A punto de matar a alguien. Para colmo, la tienda Apple es intermediaria de la web. Cualquier cosa, al servicio técnico oficial, incluídas devoluciones (como todo lo demás, no es para extrañarse).
Pero llega el remanso de paz…
Acto 4: El Corte Inglés. Departamento de Informática, Imagen y Sonido
– Buenas, venía buscando unos altavoces. Los estoy buscando que se puedan utilizar sin alimentación.
– Tenemos estos dos.
(Nos los enseña. Los dos, sin alimentación de ningún tipo. Uno de ellos, normalitos. Los otros, preciosos).
– ¿Los podemos probar?
– Claro.
(Los probamos, pero no nos convencen. Suenan muy bajitos.)
– ¿Y algo que vaya a pilas? Es que los queremos para utilizarlos en el campo. No necesitamos mucha potencia, es sólo para crear ambiente, pero necesitamos que se escuchen.
– Pues tienen estos dos. Pero que suene realmente bien y que merezca la pena en precio, éste. (Nos lo enseña). Además no lleva pilas, sino una batería recargable.
– (Tiene buena pinta) ¿Podemos probarlo?
(Nos va a por un alimentador de corriente, y lo probamos. Suena genial. Miramos las características técnicas: es lo que buscábamos).
– Nos lo llevamos.
No suelo ser pro-elcorteinglés. Pero ¿es tan difícil ser un poquito profesional? Para algunos, y desde hace años, parece que sí.
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