He pensado mucho el título de este artículo, y éste es el mejor que se me ocurre. Porque esta vez, como la anterior, voy a hacer un humilde intento de explicaros un sentimiento.
Quiero que hagáis un pequeño ejercicio de imaginación.
Imagínate… imagínate que eres un chaval de cuatro años y que, un buen día, ves en la tele al Dalai Lama. Tu padre te cuenta lo que hace, y que es el líder de una religión. Le pides que te cuente un poco más, y algo dentro de ti cruje. De repente, a esa edad tan temprana, estás empezando a sentir algo que no habías sentido antes. Se llama admiración.
Pasan los años. Te haces mayor. Internet ha llegado a tu casa, y tienes tu cuarto repleto de posters del Dalai Lama. Has escuchado todo lo que ha dicho. Tienes grabadas en cinta todas las entrevistas que ha hecho. Por supuesto, su religión es tu religión. Y decides, un buen día, reunirte con gente que comparte tus pasiones y montar un foro en internet para poder discutir, a diario, todo lo relacionado con él. Una comunidad con la que compartir ilusiones.
Pasan 8 años. Después de años de inactividad, va a haber un acto público. Él va a estar allí. Locura. El foro es un hervidero. Además, es cerca de casa. Por fin vamos a verlo, a tocarlo. A sentirlo. Después de años de admiración, de conocerlo casi mejor que a nosotros mismos, por fin nuestro gran sueño se va a hacer realidad. Ese día, seguro, va a cambiar nuestras vidas.
Hace cinco días. Muere, dos semanas antes de su aparición pública. La noticia es un jarro de agua fría. Helada. El sentimiento es indescriptible. Es una mezcla de fuego, ira, incredulidad, desesperación… El centro de tu mundo, de toda tu vida, ya no está. No hay noticias claras, pero no está. Se ha ido. Ya no volverá más… Todas las ilusiones, esparcidas por el suelo, pisoteadas… Ha muerto joven. De forma inesperada. Y nos ha dejado huérfanos…
Ahora cambia el nombre. Se llama Michael Jackson. Y ha dejado huérfanos a muchos.
Estos días me estoy quedando helado viendo las noticias, leyendo a la gente de twitter, y mirando algunos blogs. He leído cómo alguien decía que lo que estaba viendo era el fenómeno fan llevado al extremo. Cómo había gente que estaba loca. Que ni siquiera lo conocía personalmente.
¿De verdad hay que conocer personalmente a alguien para sentir algo así? Banyú hace tiempo me demostró que no.
El chico de la historia de antes tiene nombre. Y no es un chico. Se llama Vero White. Fue cofundadora, hace 8 años, de MJHideout.com. Y si a mí me afectó la noticia, que no era fan incondicional, y en mi casa hubo alguno que no paró de lagrimotear, no quiero imaginarme por lo que está pasando.
Vero ha tenido la entereza de pensar con la cabeza fría, pillarse un avión, y plantarse en Los Ángeles para contar qué estaba pasando. Sí, algunos lo han visto como oportunista. Pero todos los que alguna vez hemos llevado un foro sabemos que nos debemos a él y a su gente, y que era lo que se esperaba de ella. En el Hideout no hay sentimiento de oportunismo. Hay sentimiento de agradecimiento. Vero, como portavoz, está al otro lado del mundo llevando los mensajes de todos los fans que, aún queriendo, no han podido ir o no pueden estar allí para darle el último adiós a su ídolo. Haciendo uno de los trabajos más duros, entre llanto y llanto, escribiendo en cartulinas, pegatinas y ramos palabras y frases que una y otra vez hacen que se le encoja el corazón.
Estas palabras las hago extensibles para todo el equipo que está desplazado en Los Ángeles y a los que siguen dando vida al foro:
GRACIAS
Es una pena que haya gente que no sea capaz de llorar por un sentimiento. Por suerte, no somos nosotros.
P.S.: El trabajo que están haciendo podéis verlo en twitpic y en yfrog.
Deja un comentario