Con lo bonito que estaba quedando el calendario, voy y lo destrozo durante una semana.
Es lo que tiene volver a casa y al trabajo, todo junto. Estas vacaciones, aunque cortas, han sido muy intensas y vuelvo con la cabeza a reventar de mil cosas, ideas, cambios, intenciones…
El gran problema es cómo crecen ahora las memorias. Tan pequeñas y con tanta capacidad. Demasiadas cosas que contar. Toca ir ordenándolas y sacándolas poco a poco 🙂
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