Es curioso la que se monta en Twitter cada vez que hablo de mis bichos. Sé que criar cebo vivo para alguno de tus otros bichos, aunque sean insectos, no es demasiado popular, pero oye, come carne y es la forma de tener a la pogona sana y bonita.
Al margen de la enana, a la que le tocará sesión de fotos otro día, nos hemos armado de valor y hemos vuelto a rellenar el acuario. Siempre es algo complicado, porque cuando algún pez se muere, y nos duran años, meter algo nuevo con los asesinos en serie es como meter comida cara.
Esta vez nos hemos asesorado muy bien, para ver qué podíamos meter sin que fuera peligroso.
Lo primero, que todos los nuevos peces sean lo suficientemente grandes como para que no les quepan a los escalares en la boca. Y…
Uno de los cuatro limpia cristales nuevos ha pasado sus primeros 20 segundos en el acuario en la boca de un escalar. No sé por qué lo soltó después, pero espero que estén realmente malos y que no se los quieran comer más. Por suerte, llevan 24 horas y siguen aguantando. A ver si crecen un poco pronto y podemos respirar tranquilos.
También hemos metido un pequeño banco de barbos verdes. Grandes, de los que no caben en la boca, y por ahora también bien.
Y, para terminar, dos tiburones gato, que esperamos terminen de tamaño boquerón como el tiburoncillo blanco.
A ver si la nueva familia ampliada se mantiene. Cuando esté el acuario un poco más limpio (está ahora ciclando el agua) hago fotos completas.
Deja un comentario