Desde mi primer trabajo y mi primera empresa, siempre hemos tenido un grito de alarma: ¡Es un tipo 3!
El tipo 3 es una clasificación que se ganan muy pocos de tus clientes. En tu vida de empresa, a lo sumo dos. Porque aprendes a identificarlos, y un tipo 3 identificado se convierte en un cliente normal con unos requisitos determinados.
Vamos, que lo que convierte a un cliente en tipo 3 es que no te avisa de que lo es.
Características:
- Te quiere sólo para él, en exclusividad.
- No hay temporalización. No te envían lo que necesitas y tienes una fecha de entrega, sino que se cruzan un mínimo de dos correos al día cambiando especificaciones.
- No tienes un único contacto, lo que hace que tengas que consensuar cada paso.
- Las fechas de entrega no siempre están claras, y suelen ser antes de lo estipulado en un principio.
Lógicamente, hay trabajos y clientes que requieren situaciones como ésta y, además, suele ser un trabajo muy satisfactorio. No estás en casa o en la oficina detrás de la pantalla con tu té, tu zumo y tu bolsa de panchitos, sino que estás trabajando en un equipo y se convierte en algo mucho más interesante, y una gran oportunidad de aprender de otros.
El problema, como decíamos antes, y lo que los convierte en clientes tipo 3, es que no te avisan. Lo que deriva en que no te esperas ese ritmo de trabajo (lo que deriva en agobio y estrés continuo durante ese periodo) y, lo más problemático de todo, que todos tus demás desarrollos y clientes quedan absolutamente relegados durante ese tiempo, lo que deriva en más de lo mismo para recuperar tiempo y cumplir los plazos de entrega.
Así que ya sabéis. Identificad muy muy bien los tipo 3 cuando os lleguen para saber a qué ateneros, y seréis mucho más felices y mucho más eficientes.
Pero falta lo más importante. ¿Cómo identificar un tipo 3?
En el primer correo o en la primera llamada. En el momento en que le escribas que estará en X días desde la recepción del material para trabajar, te enviará un correo o te llamará para dar el visto bueno.
Si en él:
- Pregunta si podrá ver algo ya dentro de dos días.
- Os dice que todavía no tiene todo el material.
- Os dice que depende de otra persona.
… ya sabéis que tenéis que reservarle al menos una semanita sólo para él.
Y cuando la agenda cuadra y el resto de proyectos no aprietan, uno trabaja más feliz.
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