«Nadie en su sano juicio ‘opta’ por la homosexualidad, como no opta por la cojera, o por la miopía o por una inteligencia escasa. Admitamos que el problema no está completamente resuelto y debe seguir discutiéndose, pero, en todo caso, no me identifico como antiliberal por sostener que la homosexualidad y la sexualidad normal no son equiparables, y que el ‘matrimonio gay’ solo puede ser una parodia«. Los niños tienen derecho a ser adoptados por una «familia normal«.
Parece bastante claro que la homosexualidad es una tara, es decir, una desviación de la sexualidad normal, demasiado evidente para precisar muchas explicaciones. Por ello no puede castigarse, y como los humanos tenemos siempre alguna o unas cuantas taras, y la vida consiste en buena medida en bregar con ellas y salir del paso lo mejor posible, la cosa no es en principio para rasgarse las vestiduras. Pero ocurre que no sólo la quieren presentar como una “opción”, sino como un motivo de orgullo. Ello no pueden creerlo ni quienes lo sostienen. Un cartel de un “colectivo de gays y lesbianas” decía: “¿Corrientes eléctricas para curar la homosexualidad? No, gracias”. Y alguien sacaba a la luz la verdad, escribiendo debajo: “Eso no tiene cura, hombre”. De una novela de Gide en que éste elogiaba la sodomía, comentaba Baroja: “lo mismo podía elogiar la tos ferina o las almorranas”.
Una tentación de la persona tarada –es decir, de todas, en mayor o menor medida— consiste en no admitir su defecto, y presentarlo como la normalidad o como algo tan bueno como la ausencia de él. Esta es también la forma más sutil de otra reacción típica: el intento de descargar sobre la sociedad el sufrimiento por un mal particular. Un caso extremo salió en la prensa: dos lesbianas sordas querían tener un hijo haciéndose inseminar una de ellas por un varón también sordo, a fin de transmitir la sordera como un rasgo “cultural”.
Supongo que si pudieran decidir que la víctima fuera niña y lesbiana, también la culturizarían de esa forma. Orgullo de la tara.
Todo esto es de Pío Moa, una ¿persona? que escribe en Libertad Digital.
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