Para el psicoanálisis, la disociación es un mecanismo consiste en escindir elementos disruptivos para el yo, del resto de la psique. Esto se traduce en que el sujeto convive con fuertes incongruencias, sin lograr conciencia de esto. Es un mecanismo psicótico que suele encontrarse en los pacientes limite con complejo preedípico, denominados «borderline«.
(Wikipedia)
Ahora, observad a cualquier ingeniero/informático que tengáis a vuestro alrededor. ¿Qué podéis detectar?
- Lo del complejo de Edipo ni nombrarlo. La mayoría son ‘gallardos‘. No solemos tener mucho éxito en las relaciones de pareja teniendo en cuenta todo esto.
- Mecanismo psicótico.
- Pensamiento distribuido.
- El Flow
Tengo que deciros que es rotunda y absolutamente cierto.
Todo ingeniero/informático que se precie tiene una cualidad que suelo denominar pensamiento distribuido. Eso significa que vive en un caos/desorden continuo. Pero que, entrando en la incongruencia, es su forma natural de vida.
El momento psicótico llega cuando alguien toca algo a su alrededor. Puedes, sin haberlo pretendido, haber hecho que esa persona esté con una crisis / ansiedad / malestar. Has tocado sus cosas. Has desordenado su caos. Has perturbado su pensamiento distribuido.
Si quieres, puedes hacer la prueba. Entra en el despacho o en la habitación de cualquiera de ellos. Estará hasta arriba de cosas. Tú no verás nada. Pero pídele cualquier cosa, y te dirá en seguida «está allí, en aquella esquina, debajo del periódico y las bolsas aquellas».
También podrás observar que hay cosas que se escinden de la realidad, como cuenta la definición, y otras que no. Busca las figuritas de Warhammer, los tomos de Akira, o los libros de programación, y los verás perfectamente ordenados por categorías, colores y formas en sus estanterías y/o vitrinas correspondientes, así como las pinturas.
Una necesidad. Durante varias horas al día (casi todas, como ya explicamos en otro artículo anterior, se lleva en la sangre mezclado con las plaquetas) piensas en que un programa, sea el que sea el lenguaje de programación que uses, utiliza mil y una pequeñas piezas que, unidas entre sí, hacen que todo funcione como un reloj. Cada programa tiene varias partes. Cada parte está formada de varias partes. Y cada una de esas partes, de otras pequeñas partes. Y, dependiendo de lo que estemos haciendo, la sucesión sigue mucho más allá. Es por eso por lo que , sin remedio y, como dice la definición, sin conciencia de ello muchas veces, reproducimos en nuestra vida el pensamiento distribuido, en casi todos nuestros actos.
Sin remedio, para todos los que estén en nuestro entorno, seremos un desastre y unos desordenados. Por supuesto, además, teniendo en cuenta que la mierda (mamá pelusa por el suelo, bolsas de patatas, botellas vacías, cajas de pizza…) es uno de esos elementos disruptivos que escindimos de nuestra mente, lo que hace que sólo nos demos cuenta de que existen cuando no tenemos nada pendiente que programar. Y en esos pocos momentos de tranquilidad y paz, después de una buena ducha, es cuando nos damos cuenta de que hay que limpiar. Vaya.
Flow (flujo), en psicología, es el estado mental operacional en la que la persona está totalmente inmersa en algo. Se caracteriza por centrar todas las energías, y la atención en el éxito de la actividad
Bien. Ahora imaginemos que estamos creando un nuevo plugin para un programa. Tenemos, asociado al archivo que estamos escribiendo, tres más. Cada uno de ellos llama a unas ocho funciones externas, y una de ellas es de administración. Con esa tenemos que tener especial cuidado, podemos poner la seguridad de nuestro plugin en peligro. Total, 32 archivos en la cabeza y uno crítico. En ese momento, suena el trimpititer, te hablan de otra cosa, y la concentración al carajo a tomar viento. Pues éste es uno de los ejemplos más sencillos de los que podemos poner. Ésta es una de las razones de que programemos de noche generalmente, porque todos duermen, y porque si le hablamos a nuestro código nadie nos toma por locos.
El día lo dejamos para arreglar CSS, reformas menores, documentación, montaje… Todo lo demás. Pero el proceso creativo necesita flow.
¿Somos raros? Distintos. Especiales. Somos como los niños tontos. Sabemos que nadie nos va a comprender. Tenemos una enfermedad en la sangre que nada ni nadie va a conseguir hacernos desaparecer. Somos así, y punto. Tampoco buscamos que nos entiendan. No más preguntas. Sólo hay que querernos. Como somos.
(Ha quedado bonito, ¿eh? :P)
Deja un comentario