Yo quería escribir un bonito post hablando de las maneras, de las dietas y esas cosas, pero esta mañana han vuelto a hacerlo.
El artículo tenía otro título, y hablaba de las cuestiones extrañas esas de ponme un café con leche desnatada, sacarina, y una carmela de chocolate (para compensar, se entiende, no somos los WeightWatchers y no sabemos contar calorías). Pero hoy han vuelto a repetir.
Y es que, en la cafetería en la que los de Mecus solemos tomar café, una parte del universo cohesiona. Y resulta que vienen unas chiquillas, muy monas ellas, que el otro día tuvieron esta salida:
Porfa, ponme dos aquarius, dos coca-cola light, y cuatro raciones de churros.
Y es que las chiquillas se cuidan, eso está claro. Hoy han venido solo tres, y ha sido algo parecido:
Chiqui, ponnos dos aquarius, un vaso de agua, dos de churros y una entera con jamón serrano y tomate.
Si es que hay que cuidarse, hombre. Hay que cuidarse.
P.S.: para los sevillanos, buscad churros en google. Y luego, porras. Y, de paso, chicharos.
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