Te queda una amarga sensación cuando descubres que, cuando pensabas que algo estaba fuera de la media, de lo normal, te equivocabas.
En el último mes he tenido ese sentimiento, esa sensación, más veces de la que me habría gustado.
Y llega el momento de cambiar tus ideas. Tienes que borrar de tu mente el hecho de que algo ha fallado. Porque no ha fallado. Sólo estabas mirándolo desde una perspectiva incorrecta.
Somos humanos, y los humanos tendemos a idealizar. Y cuando nos pega en la cara la realidad, sólo hay que sentarse un momento, pararse a pensar, analizar, evaluar, y seguir hacia adelante.
Porque al final, después de todo, sólo tenemos que darle una vuelta de tuerca y empezar, de nuevo, a deshacer el mundo.
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