Me han llamado de Cajasol. Me han modificado el número de teléfono. Me han contado cómo va la operativa de todo, y se han disculpado por los problemas.
También me cuentan que ya no hay diferencia entre San Fernando y El Monte, que no debería haber tenido ese problema. Yo les comento que sigue habiendo diferencias. Si voy a un cajero del antiguo Monte, me pide la clave y que pulse Continuar. Si voy a un San Fernando, sólo me pide los cuatro dígitos y después continúa.
La fusión fue extraña. Ahora pagan los trabajadores, que todavía a día de hoy (5 años después de la fusión efectiva y muuuuchos años después del comienzo de la fusión) tienen problemas de este tipo, donde la teoría no concuerda con la práctica.
Mi problema está solucionado. Una pena haber tenido que pasar por una oficina. Siempre me encuentro con alguien desagradable que no quiere trabajar o ver la cara de la gente que me monta alguna historia. Esta vez, mentirme acerca de la gestión, que podía hacer perfectamente. Yo también tengo días en los que tengo una lista de cosas muy larga que hacer. Con la diferencia de que, cuando llegan las dos, no cierro todo hasta el día siguiente. Y no trato así a mis clientes.
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