Cuando vas de viaje, a veces te cota cambiar de aeropuerto. Normalmente es una cosa bastante estresante. No conoces el espacio, no sabes cuánto vas a tardar en llegar a tu zona de destino, tienes que recoger las maletas y ponerlas en otra citan, volver a pasar por la zona de seguridad…
Todo eso, si además estás entrando en Estados Unidos, se complica sobremanera. Tanto, que una parada de dos horas y media para todo esto se te antoja muyyyyyy corta. Y cuando, de camino, te encuentras con algunas de las cosas que te ofrece el aeropuerto, aún más.
Deja un comentario