Hoy he tenido clase y además trabajo :'(
Estoy aprovechando que ya he salido, y que me queda una horita por aquí, para escribir un poco. Y me estaba acordando de la super-tienda que visitamos el otro día.
Salí del trabajo con mi compañera, a la que suelo acompañar hasta el autobús, y se acordó de que tenía que pasar por una zapatería para cambiar unos zapatos. Así que camino de allí nos fuimos.
Andando y andando, nos perdimos por dos o tres calles (qué raro) hasta que llegamos por fin a la zapatería que buscábamos (un rinconcito en realidad, muy pequeñita). Y allí viví algo que no había vivido nunca…
– Hola, buenas, venía a cambiar éstos zapatos.
– Ah, bien. ¿Talla?
– Son de la 42 y los necesito de la 44.
– No hay problema. Un segundo.
::::-> Entrando en otra dimensión.
La dependienta se acerca al una pantalla plana y teclea algo. Y veo que ¡está conectando a una bbs! Mira dos cositas en ese precioso programa en modo texto, y al momento se gira y le dice a mi compañera:
– Un segundo, que tengo que llamar a la central.
Se gira de nuevo, y apoya la mano derecha en la pared mientras se acerca y dice:
– Córdoba ocho, Córdoba ocho, ¿me recibes?
> Córdoba ocho, Córdoba ocho, ¿me recibes?
– Aquí Córdoba ocho. Dime.
– Mírame a ver si tienes una referencia ###barra## del 42.
– Voy a ver.
> Ahora te lo digo.
Se da la vuelta, y se pone a hablar con mi compañera de que están mirando en el almacén, y tal y cual.
Yo, mientras, miro a la pared totalmente perplejo. ¡Es una radio! Y miro debajo del mostrador, al lado del ordenador, y veo ¡la emisora! para comunicar con la tienda de Sanlúcar. O_________o. Diox, qué locura…
A todo esto, devuelven la llamada de la otra tienda, y le dan un vale para que vuelva la semana siguiente. Uffff… voy a volver a acompañarla. Yo esto no me lo pierdo 🙂