Buenos días
A mí me toca hoy abrir el JoomlaDay™.
Aunque parezca extraño, no es tan raro.
Desde hace un tiempo, en las conferencias de software libre hemos ido invitando a personas de otras comunidades para que nos cuenten cosas.
Por aquí empezamos nosotros con eso de las invitaciones entre comunidades. En la WordCamp, que es un evento de difusión de WordPress, en 2011, ya invitamos a los chicos de Microsoft, que hasta fueron patrocinadores. Después de aquel día y de la caña que les dimos, no hemos vuelto a saber nada de ellos.
Después de aquello invitamos a Isidro Baquero, de la Comunidad de Joomla.
Y fuimos también incluyendo a la gente de Drupal, a Christian y a Rubén, a que vinieran a contar cosas.
Aunque no nos quieren igual que los queremos nosotros a ellos 🙂
Aunque en un principio mucha gente pensaba que lo que queríamos era ofrecer un sacrificio al dios WordPress, la realidad es bien distinta.
Somos todos parte de la Comunidad global de software libre, y tenemos más cosas en común que las que nos separan. Siempre que alguno de nosotros hemos estado en un evento de difusión de otro software libre, hemos aprendido mucho, y también hemos podido enseñar.
Sin ir más lejos, en la última WordCamp que se hizo en Sevilla, que fue WordCamp Europa, Penyaskito estuvo en las mesas de multiidioma y estuvo enseñándole al equipo de traducción cómo se hacían las cosas en Drupal. Y sí, el multiidioma de WordPress está bastante atrasado en comparación con el de Drupal y tenemos mucho que aprender.
Y hay tan buen rollo que hasta nos patrocinamos eventos.
Al fin y al cabo, todos participamos de la Comunidad de Software Libre.
Una Comunidad que aboga también por el Código Abierto, por algo que podamos estudiar, de lo que podamos aprender, y que cualquiera que venga después de nosotros tenga la posibilidad de tocar.
Y una Comunidad basada en el respeto mutuo. Donde los unos somos solidarios con los otros. Donde nos importan las cosas.
Dicho esto, yo venía a hablaros de otra cosa. Pero antes os voy a machacar un poco con estadísticas.
Esta es nuestra estadística ahora mismo. Los CMS más utilizados en internet, en porcentaje, son software libre. WordPress es el más utilizado, Joomla! va en segundo lugar, después tenemos a los pezqueñines, y lo siguiente son CMS de uso específico: Magento, y más abajo Prestashop.
En total, hasta llegar hasta blogger, contamos con el 73,5% de uso de CMS.
Un 30,6% de todo internet.
Y un 24,5% de todo internet es WordPress, pero esta la paso rápido.
Si interpretamos esta estadística, significa que tenemos potencialmente millones de sitios web en los que podemos trabajar.
Si la estadística actual nos dice que hay unos 935 millones de sitios web.
Eso significa que alrededor de 27 millones están hechos en Joomla!
O, lo que es lo mismo, que 7 de cada 100 nuevos sitios eligen Joomla! para su proyecto.
Si alguien que está haciendo un sitio web va a crear algo nuevo, la estadística de crecimiento nos dice que muy probablemente se decantará por software libre. Y cuando llame a nuestra puerta, nosotros utilizaremos la herramienta que mejor conozcamos y con la que tengamos más soltura. En mi caso WordPress, en el vuestro Joomla!
Elegimos Software Libre por muchas razones. Lo elegimos porque tiene una Comunidad detrás increíblemente grande.
Porque cuando estamos trabajando, aunque lo hagamos desde casa, no estamos solos. Tenemos muchísimo respaldo.
Nosotros trabajamos con foros.
Con un tema de WordPress que denominamos P2.
Y cada vez más con comunidades de Slack.
Pero imaginemos. Alguien llama a nuestra puerta. Quiere que le desarrollemos algo. ¿Qué pasa después de ese primer contacto? ¿Ahora qué hacemos?
Lo admitamos o no, nos hemos metido en un berenjenal.
El primer escollo es un presupuesto. ¿Cómo presupuesto yo esto? Y esto nos sirve igual para trabajar en una empresa que para trabajo autónomo. Siempre tenemos que estimar.
Al principio es complicado. Porque básicamente uno no sabe cuánto va a tardar en hacer las tareas que le han pedido.
En montar esto en el servidor voy a tardar una hora, en montar tema y plugins otra…
¿Cuánto le cobro por el servidor? A mí me cuesta 250€ al año. Si divido aquí…
Lo primero que tenemos que hacer, desde el primer momento, es medir. Hay herramientas como Harvest, que nos permiten llevar un control de nuestro tiempo y crear facturas acordes a ese tiempo.
O como Breeze, que permiten medir el tiempo que estamos con una tarea.
Yo utilizo toggl, que me permite llevar el control de tiempo de todas las tareas unitarias y me ofrece unos globales muy completos, a la vez que me permite marcar tareas como cobrables y no cobrables.
Esto hace que lleve el conteo completo de todo el trabajo hecho para cliente.
Es muy importante medir. Nosotros, que somos mucho de explorar cosas y de perder el foco, tenemos que sentarnos, ponernos a hacer una tarea concreta, y medirla. Así es como aprenderemos cuánto tardamos en hacer cada cosa. A ver la diferencia entre lo estimado y el tiempo que realmente hemos tardado, y a calcular acorde a eso.
Después viene el coste del hardware. Servidores.
A nosotros nos cuesta, en España, y por supuesto obviando a 1and1 y compañía, centrándonos en sistemas de hosting serios, un VPS en condiciones entre 90€ y 400€ al año, y un dedicado entre 1000€ y 3000€ al año. Esto no se divide entre los clientes y lo pagamos entre todos.
Si el servidor nos cuesta 300€ y tenemos 6 clientes, no significa que cada uno de nuestros clientes pague 50€ al año. Estamos aquí para ganar dinero, y tenemos que ofrecer un mantenimiento, que nos llevará horas, y unas actualizaciones que, aunque el cliente no las quiera pagar, nosotros tendremos que realizar por seguridad.
Si queréis, calculadlo en horas.
¿Y cuánto cobro por hora? Vamos a calcular.
Queremos cobrar… Nos vamos a ir de locos… 1500€ al mes.
Tenemos que trabajar… 30 horas a la semana…
Nuestra hora cuesta… 12,50€ la hora.
Pero queremos cobrar 1500€ al mes.
Menos IVA.
Menos IRPF.
Menos autónomo y seguridad social.
Menos gastos fijos.
Internet, luz, agua, local, mejor trabajo en casa…
Subimos a 40 horas… 17,40€ la hora. Pero vamos a ser realistas. Nuestra hora es más cara, y la mayoría no cobramos eso ni de coña.
¿Qué es importantísimo si queremos que esto funcione? Dejarnos de malabarismos y de estimaciones. Que nuestro cálculo de presupuestos sea lo más correcto posible.
¿Y qué más? Tener un sistema de trabajo que funcione. Yo utilizo un sistema mixto entre Pomodoro, SCRUM y Kanban.
De hecho, los tableros Kanban tienen muchísima potencia.
Y puedo emular un tablero funcional para una persona, o para un equipo de 4, como nos pasa en ahora, gracias a Trello.
Es otra herramienta gratuita que nos permite total libertad para crear tableros.
Tiene además un calendario que lo hace tremendamente útil cuando hay fechas de entrega, o cuando quieres programarte el trabajo un poco mejor (cuando tienes más de un proyecto activo, por ejemplo).
Y, además, puedes tener distintos paneles.
Y añadir distintos usuarios en cada panel. Por ejemplo, a tus clientes, para que vean en tiempo real qué pueden ir validando.
Pero a lo que vamos. Lo que necesitamos es un sistema de trabajo productivo. Que nos permita de verdad avanzar con lo que estamos haciendo. Que funcione. Que nos permita estimar. Que nos permita cerrar tareas. Y que nos permita definir los límites del proyecto. Es en lo que de verdad nos tenemos que centrar si queremos que nuestro negocio funcione.
Y para eso lo realmente importante son las historias de usuario. Que vienen a ser las tareas. Tareas escritas y definidas de tal forma que son tareas fácilmente asumibles, fácilmente medibles por su tamaño, y autoevaluables.
Vamos a un ejemplo. Si tenemos un cliente que quiere en su web un menú como el de la foto, lo definiremos así:
La web debe tener un menú gris. Los títulos de dos palabras van a dos líneas, y a la derecha del todo estará el menú de idiomas. Los tres idiomas estarán en vertical, y siempre mantendrán el orden EN-DE-FR. Los idomas aparecerán en su lenguaje original. El hover del menú será azul #1070b5.
En este caso decidimos no definir más el menú, porque buscaremos obviamente que al poner el fondo azul el color de texto se vea, y ese tipo de detalles menores.
Esto es lo que trabajamos con nuestro cliente, y lo que nuestro cliente nos va a validar como tarea. Y como el cliente lo ha validado así, cuando lleguemos y lo comprobemos, si todo está correcto y hay cambios, es una nueva tarea.
La segunda parte de definir las cosas así es que, si tenemos un equipo de trabajo, cualquiera del equipo puede realizar la tarea, porque se entiende perfectamente. O, cosa que a mí por lo menos me pasa mucho, he apuntado lo que quería un cliente y después me he olvidado por completo de qué significaba y le tengo que preguntar de nuevo por los detalles. Es la forma de evitarlo.
De forma interna, con Trello y otros softwares de organización, la ventaja que tenemos es que cuenta con listas de ToDos. Al principio nos costará mucho esto de las tareas. Tenemos que definirlas, prepararlas, e invertir mucho tiempo en escribir las historias de usuario. Pero después de unos cuantos proyectos, las estimaciones van a ser prácticamente automáticas y nuestras estimaciones van a ser cada vez más precisas.
Vengo a contaros mi experiencia. Y mi experiencia dice que donde pinchamos y donde hacemos que nuestra empresa no funcione es aquí, en los presupuestos. No les dedicamos tiempo. No medimos. Presupuestamos a bulto. Casi siempre a la baja. Y después no somos capaces de hacer que las cosas funcionen como debe.
Y vamos a hablar de precios, que nos quedamos ahí. ¿Cuánto cobramos? Un precio bastante aceptado es entre 15€ y 18€ la hora.
Que, si hacemos el cálculo, sale a entre 2100€ y 2500€ brutos al mes trabajando 35 horas semanales. Que sabemos que es mentira por las cuentas iniciales, pero nos hacemos a la idea. Si esto fuera así, muchos de nosotros deberíamos vivir mejor de lo que vivimos.
Yo llevo trabajando con software libre 19 años. Con WordPress 9. Hace un mes un amigo me llamó y me presentó a un profesor de una universidad de Berlin para que le hiciera un presupuesto para un cambio simple en la web. Cuando le mandé presupuesto, por eso de venir de la mano de un amigo, le apliqué la tarifa 18. Cuando lo vio me dijo que era un hacha haciendo webs, que la iba a hacer rapidísimo. Pensaba que era el precio por tramos de 15 minutos. Porque es lo normal allí.
En sus propias palabras, mi precio es ridículo.
La experiencia es algo que suma, y que nosotros tenemos que sumar a nuestra vida laboral.
Tenemos herramientas como github,
bitbucket,
los perfiles públicos de desarrollador de nuestros CMS,
y linkedin, que nos pueden traer muchísimo trabajo
y donde tenemos mucha actividad social que nos puede dar reputación.
Es bonito tener una web, pero subid en el apartado de proyectos de linkedin todo lo que hayáis hecho. Y si sois programadores, todo lo que sea público, ponedlo en github.
Os cuento algunos casos particulares. Éste es Bas. Sin tener ni idea de código, decidió montar una empresa de formación de WordPress. Durante los dos primeros años les fue fatal. Les costaba encontrar trabajo, y que los tomaran en serio. Hablaron con un asesor, y el asesor les recomendó que doblaran los precios. Nada más. No cambiaron nada más.
Y desde entonces no han parado de trabajar. La gente no los tomaba en serio porque eran demasiado baratos.
Éste es Mark Jaquith, Lead developer de WordPress, respondiendo a la pregunta de cuánto suele cobrar un consultor de WordPress en el año 2012. Estos precios han cambiado al alza. Y no es broma.
Éste de nuevo es Mark Jaquith. Esta es su web. Y así es como trabaja. Sí, es Lead Developer de WordPress y ayudó a crearlo. $400 la hora.
Y éste soy yo. En el último pliego que presentamos en un concurso, doblamos el tiempo, doblamos el dinero, y nos desestimaron porque nuestro presupuesto era tres veces inferior al presupuesto más bajo que los otros habían enviado.
Nuestro problema es que no nos valoramos. No nos damos cuenta, porque nos gusta, pero nos hemos tirado horas y horas, años, aprendiendo, perfeccionando. No somos ONGs. Estamos en un estado capitalista. Y cuando empecemos a valorarnos nosotros mismos por lo que hacemos y por lo que sabemos, vamos a ser capaces de ser los motores del cambio de nuestro ecosistema de trabajo.
Y haced esta cuenta. Un año completo tiene 2080 horas trabajables (52 semanas, 40 horas semanales). A 15€ la hora, son 31.200€ brutos (sin IVA) al año.
Si quitamos vacaciones, todo un mes, y trabajamos 35 horas semanales, con esos 15€ la hora la cuenta es de 25.200€.
Si ahora ajustamos, de nuevo con las 1680 horas anuales anteriores, y a 18€ la hora, la suma es de 30.240€ anuales.
Os hago ahora mi cuenta. Esos mismos 30.240€ anuales se pueden conseguir trabajando 48 semanas, 30 horas semanales, a 21€ la hora.
Esto no ocurre en un día. Hacen falta años de práctica y muchos proyectos a la hora de presupuestar, ajustar, y escribir historias de usuario, pero es posible llegar.
El software libre y su ecosistema es tremendamente productivo. Hay montones de empresas que viven de él.
Por poneros un ejemplo, Avada es un tema para WordPress que hizo un tipo. Aprovechó sus años de experiencia en el mercado y con php, y lo programó realmente bien para que pudiera trabajar con tiendas, WooCommerce, de forma muy versátil. Y le puso un precio en un marketplace. Su precio: $59 (y $2950 para tiendas grandes). Además, en este tipo de marketplaces, si quieres que te den soporte, puedes pagarlo aparte. Y mucha gente lo compra.
En total lo han comprado a día de hoy 161.476 personas.
Que, a $59 (y no estamos contando ni soporte ni las ventas de tiendas grandes),
da un total de $9.527.084. Una cifra nada despreciable.
Repetimos: el software libre es muy productivo. Si para nosotros no lo es, una de dos. O somos unos patatas (que también es posible), o es que todavía no nos ha llegado la iluminación y no lo estamos aprovechando bien.
Notas y recomendaciones finales a tener en cuenta, y que también son importantes:
No todos los clientes pagan. Atadlos por factura o contrato a un pago fraccionado: 40% al inicio, 40% a la aprobación, 10% puesta en producción. O trabajad por sprints de 1 o 2 semanas y facturad las tareas asociadas que se hayan terminado y validado.
Si estás empezando, la diversificación es tu enemiga. Céntrate en hacer algo bien, y después ve creciendo. Eso también te va a ayudar a especializarte en algo de forma rápida.
Tened mucho cuidado con la temporalización. Sobre todo con clientes de fuera de España. Los retrasos los llevan fatal. Siempre que hagáis una estimación, tened en cuenta el calendario y el resto de proyectos que tengáis, y siempre doblad el tiempo. Recordad también que la prisa es relativa. Si un cliente tiene mucha prisa por algo es porque tuvo inicialmente un problema de previsión, y no lo tenemos que pagar nosotros. Mitad de tiempo de entrega = doble de precio de desarrollo.
Que no os de miedo abandonar cosas. Si algo no funciona, se desecha y se vuelve a empezar. Así de sencillo. Lo importante aquí es ser capaz de detectarlo pronto, y de tomar las decisiones adecuadas.
Aprended a decir no.
Y aprended a despedir a vuestros clientes. Los clientes tóxicos no interesan, y os pueden llevar a la ruina. No hay problema por cortar una relación a tiempo si no estáis a gusto con ella.
Recordad siempre que vosotros sois los proveedores y ellos son los clientes. Ellos no son los amos de nada, ni vosotros los esclavos de nadie.
Poneos metas reales y asequibles.
Reducid los gastos fijos, y trabajad con software que conozcáis y con el que seáis buenos.
Utilizad los marketplaces. Si habéis presupuestado una tarea en 3 horas por ejemplo, y tenéis un trozo de código de 2€, 3€, 10€, 20€, que lo hace, compradlo sin pensarlo. Estáis comprando un código ya desarrollado, documentado, y probado contra fallos. Cualquier cosa que desarrolléis probablemente tendrá menos calidad y os dará más quebraderos de cabeza. Y si queréis seguir desarrollándola vosotros, compraos ese trozo de código de 2€ o 3€ que os servirá de starter y os ahorrará tiempo y dinero. Además, así estaréis aportando a que el ecosistema se mueva económicamente.
No crees herramientas, crea soluciones. Piensa en el objetivo final de tu software, para qué puede ser utilizado.
Comparte. Sé social. Haz que la gente te conozca. Haz que se te vea. Enseña. Aprende.
Eso también incluye pasarte por casa de los colegas a tomarte algo,
y que se te vea cuando busquen a otros en las fotos ;).
Diviértete. No puedes dedicar un tercio de tu vida a algo que no te guste.
Ten todo tu código ordenado para poder reutilizarlo y reusarlo cuando lo necesites. Incluso el código más tonto, si lo tienes guardado, te está ahorrando tiempo. Y si crees que es bueno, añádelo a un marketplace. Los micropagos ayudan a la economía global a final de mes.
Valoraos. A medida que vayáis teniendo más experiencia, id valorándoos económicamente cada vez más. Cuando uno trabaja en casa no hay más ascenso que el que nosotros mismos nos otorguemos. Y no podemos ser eternos becarios. Menos si tenemos familia.
El del software libre es un ecosistema muy rico. Los que trabajamos en él tenemos la capacidad de autoaprendizaje. No sólo por toda la información que hay en internet. Sino porque tenemos el código fuente, y podemos cambiarlo, modificarlo, para ver que ocurre. Somos como químicos, como biólogos, y nuestro laboratorio es un ordenador. Podemos ver los cambios en tiempo real. Sin esperas, de forma inmediata.
Podemos ser todo lo grandes que queramos. Sólo tenemos que usar las herramientas de las que disponemos en nuestro beneficio, y querernos un poquito más.
Muchas gracias.
BOLAEXTRA: Salarios a tiempo real. Arriba a la derecha, un web developer.
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