Hay días que al leer las noticias no se puede hacer otra cosa más que reírse. Leer en tono de humor. Porque hay cosas que no se pueden tomar en serio.
Aunque hay de todo. Por ejemplo, la noticia de que El barrio de Chueca será zona ‘wifi’ a partir del Día del Orgullo Gay (20minutos.es y dosmanzanas.com) gracias a una iniciativa de FON y la revista ZERO (no quiero ni imaginar el volumen de información que se va a mover por esa línea y su saturación en los días de la Europride…).
Pero a lo que vengo a referirme es a, cómo no, Polonia. Un país ¡de la Unión Europea! que propuso el despido de aquellos profesores que no ocultaran su homosexualidad y la prohibicición a los colectivos de gays y lesbianas de dar charlas en los centros educativos en su país, ¡y llevaron la propuesta a Bruselas con la idea de que se extendiera a todos los países comunitarios! Lo interesante es que lo presentan como ‘propuestas para garantizar la supervivencia de la humanidad‘, ya que
«Si el número de homosexuales aumentara la humanidad correría hacia la extinción.»
Parece que a estos señores nadie les ha explicado que la homosexualidad ha existido SIEMPRE y que es una tendencia natural (algo que no es ningún capricho, que no es ninguna moda, que no se elige). Por narices, por necesidad, simple estadística, tiene que haber alguien homosexual entre tanta gente. ¿Es la religión la que hace que se nieguen de esa forma? ¿O simplemente lo que dicen vale para los demás, para su imagen pública, pero de puertas para adentro en su casa las cosas son muy distintas, como en la antigüedad? ¿Nos consideran sucios a la vez que comparten nuestras tendencias? ¿Son Se creen superiores? ¿Hemos vuelto a la raza aria?
La mejor parte, sin duda, ésta:
La Defensora del Menor de este país anunció que su departamento iba a estudiar la orientación sexual del teletubbie morado, Tinky Winky, sospechoso de homosexual por portar un bolso. La gobernante polaca estaba enormemente preocupada por este accesorio, que según ella incomoda a Tinki Winky, que no lo necesita y no sabe qué hacer con él. La Unión Europea, insensible ante la incomodidad del teletubbie morado con su bolso, defendió la libertad de expresión y criticó a los ultraconservadores gobernantes polacos, que han vuelto a dar marcha atrás.
(Noticia original en dosmanzanas.com)
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