Anoche fue una noche como otra cualquiera, en la que decidimos que teníamos antojo de pizza y nos fuimos a un Pizza Hut.
Y cuál fue nuestra sopresa cuando, un día con el local casi vacío, la tipa chica que nos estaba atendiendo fue una inútil total.
La primera en la frente. No tenemos claro todavía qué estaba haciendo, pero tardó cerca de 15 minutos en tomarnos el pedido. Después de hacerlo, nos preguntó amablemente si no nos importaba que nos diera en vez de dos pepsis, una normal y otra light, porque las normales se le estaban acabando (¿y no es más lógico dejar de servirlas cuando se acaben, que servir mal a tus clientes?).
Pero seguimos. Nosotros no fuimos los únicos. La chica estaba haciendo ver a todo el que estaba allí que se la soplábamos le daba igual su trabajo, los que estábamos allí, y su servicio de atención. Tanto, que dejó a un guiri peleándose un cuarto de hora con la máquina de tabaco para después decirle que ‘es que no tenía tabaco, que por eso no salía nada’.
Estando sentados en la mesa, nos pusimos a hablar sobre el tema. Porque hay verdades que podemos considerar universales.
- A la empresa
se la soplale da igual el servicio y la atención al cliente. Porque:- Saben que vas a volver. Si no a ese, a cualquier franquicia de la misma marca.
- Te puedes quejar. Y para ser buenos, pueden echar a la chica de su puesto. Porque tienen reemplazo de sobra para los trabajos basura que ofrecen (¡hay cola para trabajar para ellos!).
- España en general no tiene memoria (lo demostramos cada día). Mañana ya da igual. Lo vivido aquí se utilizará como anécdota cuando vuelva a ocurrir lo mismo en el mismo sitio o en otro parecido. Pero sólo nos acordamos cuando necesitamos tema de conversación – marujeo.
- Hacen falta cosas así para después poder quejarse y marujear. Pero nunca utilizando las vías adecuadas.
Vosotr@s… ¿dejaríais de ir a un restaurante de comida rápida (de tantas cadenas que tenemos por aquí) por el servicio? ¿Serías fuertes y consecuentes con vuestra decisión?
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