Como ya todos sabéis, WhatsApp ha pasado a ser de pago. Es culpa nuestra, como el cierre de Messenger, por no haber reenviado todos los correos en cadena que nos han llegado. Si es que somos malas personas…
Desde que WhatsApp es de pago no lo uso. Muchos me han preguntado el por qué, y aquí va mi churri-análisis rápido.
Contras
- WhatsApp es un servicio que no ha mejorado con el tiempo. Sigue siendo exactamente igual. No ofrece nada nuevo por lo que justifiquen el cobro.
- Hay muchos otros servicios que ofrecen lo mismo sin coste. Por nombrar algunos conocidos, Line, Google+, Facebook o Twitter. Y los cuatro los puedo utilizar también con un cliente de escritorio sin necesidad de armar ninguna historia.
- Necesito una conexión a internet para utilizar cada uno de ellos, por lo que estamos en la misma situación que en el punto anterior.
Pro
- Todo el mundo tiene ya WhatsApp y se puede decir que es el estándar.
Este pro es precisamente el que me hace no pagar WhatsApp. Y no me entendáis mal. Pagar WhatsApp supone el gasto de tres SMS. Aunque ahora los tengo incluídos en la tarifa plana.
La cuestión es que no quiero premiar a un producto y a una empresa por intentar secuestrarme vendiéndome mis propios datos (mi agenda de contactos) sin ofrecerme nada nuevo a cambio. Sólo me da lo que ya me ofrecía, y que me muchos otros han demostrado que pueden ofrecer mejor.
Además, en un mundo como el móvil, en el que instalar una aplicación son dos clicks, cualquier excusa del tipo «es que ese yo no lo tengo» pierde todo su sentido.
¿Pagaré WhatsApp? Si la gente lo sigue utilizando, posiblemente sí, porque realmente no hay una cuestión económica real para no hacerlo. Pero la razón moral me hará resistirme hasta el último momento. Montaron un sistema de comunicación, sin pensar en cómo rentabilizarlo (no está muy lejos de lo que le pasó a Twitter en su momento), y siguen sin hacerlo. Otros han sacado productos gratuitos con elementos premium (los stickers de Line, por ejemplo), que permiten todo un mercado alrededor de su aplicación gratuita, y que se está convirtiendo en tendencia. Incluso alguien el otro día decía que ya en los videojuegos para hacer trampas, en vez de combinaciones y códigos, había que pasar por caja (todos lo habéis vivido con las granjas, las ciudades, o el juego de facebook o móvil de turno que hayáis probado).
En definitiva, podéis encontrarme en Line, facebook, twitter, correo, móvil, fijo, SMS… y alguno más, si no me encontráis en WhatsApp. Y vuelvo a decir, no es por el dinero.
(pincha sobre cualquiera de las imágenes para ir al comic completo de The Oatmeal)
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