Tumblr es una fuente maravillosa de realidad. Aparte de porno, entre sus blogs se puede encontrar a lo más granado de la juventud americana (y de otros lugares) expresándose.
Últimamente se puede leer de todo. Una de las cuestiones más graves de estas semanas, que los creacionistas quieran retirar el nuevo ‘Cosmos’, continuación del mítico programa de Carl Sagan y presentado por Neil deGrasse Tyson (un mindundi cualquiera). Porque hay estadísticas que hablan del creacionismo, y un 40% de los estadounidenses creen que Dios creó al hombre hace menos de diez mil años. Vi hace poco una estadística que elevaba el número al 48%, pero sólo he encontrado ésta de 2010 con esos números.
Es impresionante ver cómo un país tan avanzado para algunas cosas tiene una gran parte de la población que cree que la ciencia es un cuento. Y es que algunas cosas hacen bien –a veces demasiado bien–, como educarlos en el sentimiento patriótico y hacer que respeten al resto de los seres humanos como se merecen. Pero su sistema educativo tiene también fallos como éste. Hay estados en los que está prohibido enseñar la teoría de la evolución en los colegios, o se enseña como una teoría alternativa al creacionismo. ¿De verdad un profesor es capaz de estar delante de sus alumnos y decirles que la Tierra tiene diez mil años, y que la biblia dice otras cosas? ¡Que es un libro! ¡Un libro! ¡Ya está! ¡Y estáis rodeados de evidencias! Lo último que leí es que una profesora de ciencias afirmaba que los árboles no tenían ADN, que era exclusivo de los humanos.
Dejando los museos creacionistas (sí, existen) y volviendo a Tumblr, una de las cosas más divertidas es ver cómo la gente con cabeza da respuestas inteligentes a comentarios absurdos. Éste se lo he visto a @mejugenia en twitter (en un retweet de KarlosZ). Traducción debajo.
Odio ver a niños en las marchas gais1. En la mayoría de los casos, no entiende qué están haciendo y qué están apoyando. Creo que muchos niños son presionados a ir a las marchas gais por sus padres y, por consiguiente, presionados a creer en el matrimonio gay.
Odio ver a niños en las iglesias. En la mayoría de los casos, no entiende qué están haciendo y qué están apoyando. Creo que muchos niños son presionados a ir a las iglesias por sus padres y, por consiguiente, presionados a creer en un hombre mágico en el cielo que los enviará al infierno si se tocan o comen gambas2.
Como me enseñó en una conferencia hace ya unos años Manuel Toharia, casi todo es educacional. Somos nosotros después los que tenemos que aprender a ser críticos, y a formarnos nuestras propias opiniones, sin que otros decidan de antemano por nosotros. Y haced siempre este ejercicio. Cambiad el enfoque. Porque, si cambiamos el enfoque, podemos darnos cuenta de lo irracional que es algo. O de que, simplemente, hay algo que estábamos haciendo mal.
1 El plural de gay, según la RAE y la Fundéu, es gais.
2 Espera, que esta es buena. Explorando he descubierto que el Levítico dice que, igual que ser gay, comer gambas es una abominación. He encontrado también un comentario en meneame que me ha gustado. Os pongo un trozo, pero pasad a leerlo.
El Levítico es un conjunto de normas «de urbanidad» del pueblo judío de entonces. Hoy por hoy sólo los extremistas (como los judíos ultraortodoxos o los calvinistas más rancios) se lo toman al pie de la letra.
Pero, si queréis ser extremistas, podéis hacer como el padre Fortea. Él lo explica así:
Y por eso, he hecho propósito de comer menos alimentos de los que el Levítico considera impuros. Para mí son puros. Pero el hecho de que no sean impuros, no significa que la razón higiénica por la que se prohibieron no siga subsistiendo.
Con lo cual hago propósito de comer menos cerdo, menos marisco (compraba muchas bolsas de gambas congeladas), menos grasa (eso significa menos chorizo) y menos pulpo (últimamente tomaba mucho) y menos calamar.
[…]
No digo yo que no haga una excepción si me apetece. Pero trataré de no abusar de ellos.
Curiosamente, el levítico es un manual religioso para uso de los sacerdotes encargados del culto, no es de uso general. Y, en todo caso, normas sólo para los que siguen su culto, no para la sociedad en general. Porque cada uno puede hacer con su vida lo que quiera, pero no con la de los demás.
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