Lo bueno de los pueblos, sin duda, es que es relativamente fácil encontrar algún sitio que sea bueno y barato. Lo de bonito siempre es más difícil, pero las otras dos, a veces se pueden encontrar.
Por supuesto, en pequeños pueblos también nos podemos encontrar muchas guarradas porque no hay mucha más oferta. Pero a veces encontramos sitios que nos sorprenden.
En Marchena anda el bar Pagalito. Es un rincón sin mucha gracia, pero con comida abundante, y barata.
No tengo muy claro por qué lo han marcado como caro en Foursquare. El bicho que está en la foto es un serranito de 3,50€. Y es una de las cosas más caras que se puede pedir.
Deja un comentario