Los niños ven, y actúan en consecuencia.
Haz que tu influencia sea positiva.
Los niños son esponjas. Este vídeo lo puse en un curso de formación de adultos hace casi seis años por primera vez. Fracasé. Fue una de mis luchas perdidas con algunos de mis antiguos compañeros. El predicar con el ejemplo no queda sólo para los religiosos. Es una necesidad. Por desgracia, cada vez más actual.
Por suerte sé que a algunos les quedó en la conciencia, y que poco a poco el tiempo va poniendo las cosas en su debido lugar.
Deja un comentario