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Hablando de democracia

El 0,037 de la población española se ha manifestado. Un porcentaje un poco más alto si hablamos de la población activa, pero parece que aún insignificante. Eso dicen.

Insignificante.

Insignificante soy yo, detrás de una pantalla de ordenador. Miles de personas acampadas en plazas por toda la geografía de España y en parte del mundo (Londres, Holanda, Alemania, Italia… la lista es larga) no son insignificante. Por desgracia, tampoco es una revolución.

La gente sigue en las calles, y yo los seguiré apoyando y uniéndome a ellos cuando pueda, porque la realidad, la dura y cruda realidad, es que sí somos insignificantes. Y mucho más hoy.
Hoy la democracia ha perdido. Se ha conseguido mucha pequeña representatividad de algunos partidos, sí. Pero hemos pasado del bipartidismo al monopartidismo. Casi todo el mapa de España se ha convertido en azul. No digo que sea bueno ni malo. Eso que lo juzgue cada uno. Pero no entiendo cómo han ocurrido ciertas cosas.

Mucho de esto ha pasado en el resto. Parece que a día de hoy todavía tampoco seamos conscientes de cómo funciona España y cómo se vota en este país. En este juego democrático, en la fiesta de la democracia, hemos dicho no a la crisis a la vez que hemos gritado ¡pero que nos saquen de ella los imputados por corrupción! (esto va por todos, independientemente del color, que los hay en todos los bandos).

Hemos votado. Hemos elegido. Nos toca guardar silencio hasta dentro de 1,460 días. Entonces volveremos a ser llamados a las urnas. Y nosotros, los ratones, volveremos a votar a los gatos. Durante estos cuatro años cambiarán los puestos como quieran. Habremos elegido a un alcalde, y éste se habrá ido dejando a otro en su puesto (caso de Córdoba). O de la Junta de Andalucía (caso de Andalucía). Y nosotros no podremos decir nada, hasta que nos toque hablar. En el Siglo XXI, rodeados de tecnologías de la comunicación, pudiendo comunicarnos con cualquiera con un clic, tendremos que volver a esperar para hacernos escuchar metiendo un papel, de una lista cerrada, dentro de un sobre. Un gesto insignificante, al que llaman democracia. Y que rige nuestras vidas.

Hay muchos que me han dicho eso de ¡Pues no tienes ni idea de cómo era esto antes!. No, no lo sé. Nací en «democracia». El pasado hay que conocerlo para no cometer los mismos errores, sí. Pero un ahora estamos mejor no es más que conformismo. ¿Esta es la mejor solución que tenemos? ¿Que los partidos políticos elijan quién va en las listas, y en qué orden, sin que los ciudadanos tengamos ni voz ni voto? ¿Que puedan modificarlas, una vez ratificadas en las urnas, a su antojo? ¿Que todo el poder de decisión del poder del pueblo sea una papeleta en una urna cada 1,460 días? ¿Que se pongan ellos mismos sus sueldos? ¿Que formen parte, mientras gobiernan, de los consejos de administración de las grandes empresas y los grandes bancos? ¿Que sean dueños de las cajas de ahorros?

Da igual de qué color sean. Yo no quiero una democracia representativa. Nuestros políticos ya han demostrado que no sirve, que no funciona. Y tanto es que no funciona, que ni siquiera acuden a representarnos, que es su trabajo, y los hemiciclos se ven vacíos. Quiero una democracia participativa. Quiero una democracia directa. Hemos trabajado en alfabetización digital. En centros Guadalinfo. En que a todos sitios pueda llegar un ordenador con internet. En el Siglo XXI, en el año 2011, conseguirlo es más fácil que nunca.

Por mi parte, siempre que se convoque una reunión, manifestación o asamblea, intentaré estar y participar. Sigo pensando que una #democraciareal es posible. Que no somos tan tontos. Que tenemos formación. Sabemos tomar decisiones. El pueblo somos todos, no sólo la clase política. Prosperar es también cosa de todos. Que un partido rural forme parte de un ayuntamiento en nuestro sistema no sirve de nada, porque tiene voz, pero ningún voto. Y cuando uno tiene el poder, a veces escucha poco. A veces nada. A veces avasalla. A veces sólo mira para sí mismo. Y a veces sus bolsillos se llenan, mientras España se hunde.

Me queda la esperanza de que este sistema sea como el Titanic. Que mientras los de a pie escapamos, el barco se hunda con Sus Capitanes.

Foto: http://www.bebesymas.com/nuestras-experiencias/los-ninos-en-las-movilizaciones-por-la-democracia

Cosas de elecciones (I)

Aquí voy a ir poniendo todo lo que estoy viendo que me parece una burrada. Cuando los veáis, los no interesados, podéis pasar directamente de largo.


La primera en la frente. Un amigo (Ignacio) ya sin blog me envía por correo algo curioso. Un texto de una web de un partido político que en el centro más o menos dice algo así:

Aun siendo esto así, yo me resisto a que mis opciones políticas queden delimitadas por un solo asunto, a saber: el de mi condición sexual.

El manifiesto de UPYD (Unión Progreso y Democracia) llega más allá. Y termina con:

Por eso yo os invito ahora a todos los gays, uno por uno y como grupo, a considerar en serio el manifiesto fundacional del partido de Rosa Díez y Fernando Savater.

Si alguien tiene interés en leerlo, lo tiene aquí.

Hay cosas que es importante difundirlas. No el texto en sí, ni su declaración de intenciones (que he obviado desde el momento en que han sido pancartistas con las opciones sexuales). Hay que difundirlo con la intención de que la gente se de cuenta de que hoy día todo puede llegar a ser un arma política y la gente se agarra a cualquier cosa. ¿Qué necesidad hay de utilizar de forma política una opción sexual o un movimiento social? ¿Porque lo hace la Iglesia? ¿Tenemos que parecernos a ellos?

Por eso también tenemos un partido vegano, un antitaurino… que nunca entenderán que no pintan nada. El que tiene la mayoría gobierna. Si es absoluta, además, tiene carta blanca. La voz y el voto de los demás ni siquiera se tiene en cuenta.
Y puedo ser un exagerado y un alarmista. Sí. No conocí tiempos peores. Soy un ‘hijo de la democracia‘. Pero tendemos al sistema americano, en el que gobierna una sola persona y, como el Papa en Europa, es un iluminado, tocado por la mano de Dios. Eso da mucho miedo. Y mosquea ver que mucha gente hace muchos ‘manifiestos’ y lo único que dicen es ‘vótame porque voy a eliminar el canon‘ o ‘vótame porque eres gay‘.

¿No hay nadie por ahí afuera con un manifiesto de intenciones no electoralista? ¿No hay nadie con un manifiesto de intenciones de verdad? Miramos lo que ‘ofrece’ cada partido, como si de comprar ropa para los próximos cuatro años se tratara, y parece que estamos de rebajas. Y muchas veces, lo que parece, es que se nos ha olvidado pensar.

BONUS

De la Wikipedia:

La política (del griego ????????? (politikós), «ciudadano, civil, relativo al ordenamiento de la ciudad») es el proceso y actividad orientada, ideológicamente, a la toma de decisiones de un grupo para la consecución de unos objetivos. La ciencia política estudia dicha conducta de una forma academica utilizando tecnicas de análisis político, los profesionales en esta ciencia adquieren el titulo de politologos, mientras quienes desempeñan actividades profesionales a cargo del Estado o se presentan a elecciones se denominan políticos. El término fue ampliamente utilizado en Atenas a partir del siglo V antes de Cristo, en especial gracias a la obra de Aristóteles titulada, precisamente, Política. También se define como política a la comunicación dotada de un poder, relación de fuerzas.

En sentido amplio, democracia es una forma de organización de grupos de personas, cuya característica preponderante es que la titularidad del poder reside en la totalidad de sus miembros, haciendo que la toma de decisiones responda a la voluntad general.