Hoy he estado hablando con un amigo. A sus 21, piensa que lo que ocurre en el mundo no le incumbe. Que, sea como sea, él trabajará este verano, ganará algo de dinero, se preocupará por lo suyo y por los suyos, y será feliz, sin importarle qué pase fuera.
He intentado contarle qué estaba pasando estos días. A qué nos estamos enfrentando. Qué ocurre con el dinero de nuestros impuestos, dónde se queda, a dónde llega. Que hoy un experto en Holanda decía que España es un país que no puede (y no sabe) vivir sin dinero negro y economía sumergida.
He intentado crearle un poco de conciencia social. Y me he dado cuenta de que hay mucha gente que no quiere un mundo mejor. Que le basta con un mundo feliz.
Huxley escribió esta historia en 1932. 1984, de Orwell, se publicó en 1949. Hoy no hemos aprendido nada, y estos dos libros son los libros de cabecera de nuestra sociedad.
Me gusta pensar que puede haber un mundo mejor. Sobre todo, una España mejor. Lucho por conseguir eso a diario.
Os dejo con un vídeo, encontrado a través de twitter de @sanchezarevalo, que remueve conciencias una vez más.
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