A los que nos gusta el café nos gusta el café de verdad. Somos del grupo de personas a los que el descafeinado nos sabe a pis y lo tenemos que esconder entre sobres de azúcar.
Ahora imaginaos que por alguna razón (una razón médica, o porque nos queremos tomar 12 cafés al día) tenemos que reducir nuestra ingesta de cafeína. ¿Qué podemos hacer?
En LifeHacker nos ofrecen pequeñas referencias para reducir la cafeína en el café:
- Haz el café más rápido
- Utiliza el agua a menor temperatura
- Uilizar un AeroPress (me encanta la página de teletienda de los 90)
- Utilizar una cafetera francesa (la de la imagen) teniendo en cuenta lo anterior
- En vez de un café, tómate un americano (espresso + agua hasta llegar al café)
En España tenemos ventaja. El americano lo ponen como un café solo y rellenan con agua, no lo hacen sólo con el sorbito del espresso. Hay que tenerlo en cuenta. Yo, de todas formas, soy de los que pide café solo largo para que no me lo agüen (¡uy, una diéresis!)
Como referencia, nos cuentan también que:
- Un espresso cuenta con 30-50 mg de cafeína
- Un café de cafetera de goteo a presión, 140-200 mg
- Un café arábica, 75-130 mg
Ya sabéis algo más que no os sirve absolutamente para nada útil 🙂
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