Hace poco vi un meme musical que todavía no he contestado y me he dado cuenta de que, de la gente que me conoce, muy pocos conocen realmente de mis gustos musicales.
Si bien escucho de todo (desde Apocalyptica y Symphony X hasta las Mediæval Bæbes), hay un músico por el que tengo verdadera pasión: Mike Oldfield.
Como con casi todos los artistas, hay discos y discos, canciones y canciones. Hay cosas buenas, y cosas malas. Pero la música de Oldfield tiene algo especial. Es música que guarda sentimiento. Música que te hace sentir cuando la estás escuchando.
Hay discos que, cuando los pongo, me producen un efecto extraño, y se me mojan los ojos. Para mí, la música de Oldfield tiene algo especial que otros no tienen. Y que me llega muy dentro.
Por suerte para mí, Mike lleva trabajando en su música desde el año 73, cuando sorprendió al mundo con su Tubular Bells (que después sería utilizado en la banda sonora de El Exorcista). Y podemos contar, desde entonces, nada menos que 24 discos y 2 recopilatorios.
Si bien, como decíamos antes, algunos no llamaron mucho la atención, otros sí lo hicieron. Empezando como lo hizo, con Tubular Bells, podía hacer dos cosas: o fracasar estrepitosamente, o ser uno de los mejores músicos de su tiempo. Oldfield tocaba en su primer disco más de 20 instrumentos y utilizaba sintetizadores y pedales de formas nunca vistas, lo que dejaba bastante claro lo que vendría después.
Conocí la música de Oldfield allá por el año 92. La primera canción que escuché fue QE2 y, desde entonces, nunca lo he escuchado de continuo (los grupos que me gustan de verdad no los escucho demasiado, es como si se gastaran, como si perdieran su magia), pero siempre ha estado presente. Mi primera adquisición musical de Mike, que todavía está en la guantera del coche familiar, fue un MC del Voyager.
Ha habido canciones que me han marcado mucho en mi vida y otras que son verdaderas obras maestras. Es el caso de Five Miles Out, por ejemplo. En el año 82 podíamos escuchar esta maravilla de su tiempo (¡hace 26 años!). Una canción que me resulta también fetiche porque es una de las pocas en las que Mike hace de vocalista (y sobreactúa en el videoclip cosa mala).
(La letra la tenéis en mikeoldfieldblog.com).
Mike también se ha rodeado de las mejores voces a la hora de trabajar. Aquí está la lista, para los curiosos:
- Bonnie Tyler – Islands
- Anita Hegerland y Aled Jones – Pictures in the Dark. Anita Hegerland participó en más canciones.
- Maddy Prior
- Wendy Roberts – Tubular Bells (con Maggie Reilly) y Ommadawn
- Maggie Reilly, la primera de sus musas. Es la voz de tres canciones que me encantan: Foreign Affair, To France y Moonlight Shadow
- Pepsi Demacque, su segunda musa. Canta lo que le echen (el problema de las nuevas es que tienen que cantar lo anterior). Se atreve hasta a cargarse la maravillosa Shadow on the Wall.
- Rosa Cedrón (de Luar Na Lubre) – The Inner Child
- Miryam Stochley, o de cómo Oldfield tuvo sentido común y no dejó que Pepsi se cargara Moonlight Shadow.
- Hayley Westenra, la voz del último disco.
- Barry Palmer – Poison Arrows
- David Serame
- Nicola Emmanuelle
- Viv Stanshall
- John Cleese (Monty Python)
- Roger Chapman – Shadow on the wall
Y ahora, unas cuantas recomendaciones musicales, por discos:
- Tubular bells
- Ommadawn
- QE2
- Five Miles Out
- Crises
- Discovery
- The Killing Fields OST
- Islands
- Tubular Bells II
- The Songs of Distant Earth
- Voyager
- Tubular Bells III
- The Source of Secrets
- The Inner Child
- Secrets
- Far Above the Clouds (este concierto terminó con las campanadas de Big Ben, es un vídeo que hay que ver)
- The Millennium Bell
Y para terminar, un regalito. Una de las mejores canciones de la historia de Mike Oldfield.
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